El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca ordenó la suspensión temporal de todos los trámites de la empresa española ENCE ante la Dirección Forestal, tras haberse comprobado la tala de cerca de 80 hectáreas de monte nativo.
Según confirmaron fuentes oficiales a El País, la tala se realizó con el cometido de plantar eucaliptos, pese a que está estrictamente prohibida.
Los informantes indicaron que se trata de un hecho "muy grave que no se puede tolerar" y aseguraron que "se tomarán todas las acciones legales pertinentes". A juicio de las autoridades ministeriales, no es el área lo que realmente importa, sino "el hecho de que no se haya respetado la normativa vigente" en un tema que es seguido con particular celo por la cartera de Estado.
Mientras tanto, en la empresa española aseguraron a El País que no recibieron ningún tipo de comunicación y mucho menos de sanción desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Las fuentes oficiales que revelaron el hecho, dijeron que ENCE insinuó la posibilidad de replantación del bosque nativo, lo que no es de recibo por parte del MGAP.
Si bien este es el primer antecedente de este tipo a nivel de las empresas forestales instaladas o en vías de hacerlo en el país, la destrucción del monte nativo es algo que preocupa al MGAP. En ese sentido, las mismas fuentes indicaron que hechos similares se están constatando en algunos campos dedicados al cultivo de soja en los que se tala el monte nativo en las riberas de los cursos de agua a los efectos de ganar tierras para la siembra.
Esta situación se genera a menos de dos meses de que el Ministerio de Vivienda, ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) aprobara la autorización ambiental a la empresa española.
El pasado 20 de junio, el titular del Mvotma, Carlos Colacce, firmó la resolución por la cual se le otorga la autorización ambiental previa a la empresa española de pasta de celulosa ENCE, que ya comenzó las tareas de instalación en el paraje Punta Pereira, cerca del pueblo de Conchillas, en Colonia.
La autorización al proyecto surge luego de varios estudios de impacto ambiental realizados por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), resumidos en un informe que fue entregado ese mismo día al ministro Colacce por la División Evaluación de Impacto Ambiental de la Dinama.
Ya en ese momento, el Mvotma aclaró que la autorización está sujeta "al estricto cumplimiento de los compromisos que surgen de la tramitación, y que se centran en los estudios consecutivos de acuerdo a las distintas etapas realizadas en la obra", según reza la resolución.
ENCE proyecta montar una planta con una capacidad de producción de un millón de toneladas de celulosa al año y estiman que una vez que la planta comience a producir contribuiría con más de US$ 400 millones por año al Producto Interno Bruto. Según los estudios, el impacto total de la producción de celulosa sobre el empleo alcanzaría a unos 5.700 puestos de trabajo equivalentes de tiempo completo y sostendría unos 1.000 empleos regionales.
Según confirmaron fuentes oficiales a El País, la tala se realizó con el cometido de plantar eucaliptos, pese a que está estrictamente prohibida.
Los informantes indicaron que se trata de un hecho "muy grave que no se puede tolerar" y aseguraron que "se tomarán todas las acciones legales pertinentes". A juicio de las autoridades ministeriales, no es el área lo que realmente importa, sino "el hecho de que no se haya respetado la normativa vigente" en un tema que es seguido con particular celo por la cartera de Estado.
Mientras tanto, en la empresa española aseguraron a El País que no recibieron ningún tipo de comunicación y mucho menos de sanción desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Las fuentes oficiales que revelaron el hecho, dijeron que ENCE insinuó la posibilidad de replantación del bosque nativo, lo que no es de recibo por parte del MGAP.
Si bien este es el primer antecedente de este tipo a nivel de las empresas forestales instaladas o en vías de hacerlo en el país, la destrucción del monte nativo es algo que preocupa al MGAP. En ese sentido, las mismas fuentes indicaron que hechos similares se están constatando en algunos campos dedicados al cultivo de soja en los que se tala el monte nativo en las riberas de los cursos de agua a los efectos de ganar tierras para la siembra.
Esta situación se genera a menos de dos meses de que el Ministerio de Vivienda, ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) aprobara la autorización ambiental a la empresa española.
El pasado 20 de junio, el titular del Mvotma, Carlos Colacce, firmó la resolución por la cual se le otorga la autorización ambiental previa a la empresa española de pasta de celulosa ENCE, que ya comenzó las tareas de instalación en el paraje Punta Pereira, cerca del pueblo de Conchillas, en Colonia.
La autorización al proyecto surge luego de varios estudios de impacto ambiental realizados por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), resumidos en un informe que fue entregado ese mismo día al ministro Colacce por la División Evaluación de Impacto Ambiental de la Dinama.
Ya en ese momento, el Mvotma aclaró que la autorización está sujeta "al estricto cumplimiento de los compromisos que surgen de la tramitación, y que se centran en los estudios consecutivos de acuerdo a las distintas etapas realizadas en la obra", según reza la resolución.
ENCE proyecta montar una planta con una capacidad de producción de un millón de toneladas de celulosa al año y estiman que una vez que la planta comience a producir contribuiría con más de US$ 400 millones por año al Producto Interno Bruto. Según los estudios, el impacto total de la producción de celulosa sobre el empleo alcanzaría a unos 5.700 puestos de trabajo equivalentes de tiempo completo y sostendría unos 1.000 empleos regionales.
(Nota extraída del diario El País)
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