El compañero de Ciudad de la Costa efectuó algunas consideraciones acerca de la publicación de Abel Oroño en lo que tiene que ver con “gobernar para la gente” y “gobernar con la gente”: “…esa es una de las primeras distinciones entre derecha e izquierda; porque con gobernar para la gente la derecha está de acuerdo y lo dice en su discurso, pero gobernar con la gente es muy diferente, y eso es propio de la izquierda”. “El problema es que gobernar con la gente es el núcleo del problema de la descentralización, es el tema de la participación de la gente, y el otro problema es que sobre ese punto, el de la participación de la gente tenemos tantas visiones como frenteamplistas seguramente. No estamos de acuerdo todos cuando hablamos de participación, de que estamos hablando”. “Como decía Agustín (Canzani): ¿donde están los límites de la participación? Entre la democracia representativa –que genera oligarquías como dice Abel- y la democracia directa –que tal vez sea inviable- hay toda una gama de posibilidades, donde los límites somos nosotros quienes los vamos determinando”. “Muchas veces somos nosotros mismos –yo soy edil local de la Ciudad de la Costa- los que estamos poniendo freno a la participación de la gente. Eso se da en la Ciudad de la Costa”.
En relación con el proyecto de descentralización a estudio del Parlamento, Perera dijo: “…la forma en que se está presentando el proyecto es una muestra de cuáles son los límites que nosotros mismos nos estamos poniendo. Un proyecto de descentralización que parte de una oficina del gobierno, que tiene todo el derecho de hacerlo, obviamente, y la responsabilidad de hacerlo, no tengo ninguna duda de eso, pero que surge de esa oficina del gobierno y pasa al Parlamento con un plazo perentorio para aprobarlo, y habemos miles de compañeros frenteamplistas que tenemos responsabilidades de gobierno a nivel departamental y local que ni siquiera lo conocemos, no sabemos de que se trata. Yo creo que eso da la medida de la participación de la que algunos hablamos”. “Creo que este pueblo uruguayo se ha ganado por mérito propio la potestad de hacer propuestas, de llevarlas a cabo y gestionarlas por sí mismo, y de controlar que ellas se lleven a cabo como fueron pensadas, sin la necesidad de intermediarios. Tenemos que ver cuáles son las formas, pero tenemos que verlo entre todos, hacerlo de forma bien participativa para que estén todos los involucrados en esto. Pero no podemos generar participación desde una oficina del gobierno”.
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