El coronel (r) Manuel Cordero se fugó de Uruguay en 2004 y actualmente está recluido en la Brigada 2 de la Policía Militar de Santana do Livramento. Su extradición ha sido pedida a Brasil por la Justicia de Argentina y Uruguay por diversos crímenes.
En el Paraninfo de la Universidad de la República se lanzó la campaña internacional -organizada por la Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA (Rel-UITA) y el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre- en apoyo a la iniciativa del periodista Roger Rodríguez para que el Supremo Tribunal Federal de Brasil reconsidere el caso de la extradición del torturador.
El luchador brasileño por los Derechos Humanos Jair Krischke -un hombre que sorprende con su castellano perfecto- fue el encargado de la conferencia de prensa y brindó amplios detalles al respecto.
Krischke explicó que el primer ministro relator -que había sido presidente del Supremo Tribunal Federal -, Marco Aurelio Mello (primo del ex presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello), estuvo un año y pico estudiando el caso.
El Procurador General de la Nación, equivalente a la Fiscalía General de Uruguay, había recomendado -si bien los homicidios podían haber prescripto, que en Brasil no existían algunas convenciones internacionales -que Cordero fuera extraditado, porque los delitos de secuestros son permanentes.
Por su parte, Roger Rodríguez manifestó a EL POPULAR que Marco Aurelio, “dice que los desaparecidos están muertos y que si es así en todo caso fue homicidio, y si fue homicidio prescribió”. Por otro lado, llega a decir que Adalberto Soba es argentino, y finalmente señala que el gran tema no es todo lo demás. Confiesa que si ellos acceden a esta extradición, vinculada a los militares del Plan Cóndor, se estaría sentando un precedente para que se discuta en Brasil la amnistía del 79.
O sea que Marco Aurelio está negando la extradición de Cordero para defender la interna brasileña y no para defender el derecho de Argentina y Uruguay.
Inmediatamente después del pronunciamiento de Marco Aurelio, otros tres votan el caso sin hablar y sin estudiar el expediente. Un cuarto vota en contra, porque considera que no puede haber homicidio sin cuerpo, y el quinto, Cézar Peluso, suspende la votación para estudiar el caso. Estas son las circunstancias en que nos encontramos.
Entonces con Jair Krischke consideramos que había que hablarles un poco al oído a los jueces y explicarles lo que se estaba jugando. Y pidió que yo elabore la carta”.
Entre otras organizaciones, convocan a esta campaña la Comisión de Derechos Humanos del PIT-CNT, Amnistía Internacional, Departamento de Extensión Universitaria de la UdelaR, Familiares de Detenidos Desaparecidos, Crisol, SERPAJ, Casa Bertolt Brecht y Centro de Estudiantes de Derecho (CED-FEUU).
El primer día de la campaña habían adherido ciudadanos de diversos países de América y Europa. Quienes deseen hacerlo en Uruguay pueden acceder en esta misma página (a la derecha arriba) o dirigirse a: www.rel-uita.org
En el Paraninfo de la Universidad de la República se lanzó la campaña internacional -organizada por la Secretaría Regional Latinoamericana de la UITA (Rel-UITA) y el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre- en apoyo a la iniciativa del periodista Roger Rodríguez para que el Supremo Tribunal Federal de Brasil reconsidere el caso de la extradición del torturador.
El luchador brasileño por los Derechos Humanos Jair Krischke -un hombre que sorprende con su castellano perfecto- fue el encargado de la conferencia de prensa y brindó amplios detalles al respecto.
Krischke explicó que el primer ministro relator -que había sido presidente del Supremo Tribunal Federal -, Marco Aurelio Mello (primo del ex presidente de Brasil, Fernando Collor de Mello), estuvo un año y pico estudiando el caso.
El Procurador General de la Nación, equivalente a la Fiscalía General de Uruguay, había recomendado -si bien los homicidios podían haber prescripto, que en Brasil no existían algunas convenciones internacionales -que Cordero fuera extraditado, porque los delitos de secuestros son permanentes.
Por su parte, Roger Rodríguez manifestó a EL POPULAR que Marco Aurelio, “dice que los desaparecidos están muertos y que si es así en todo caso fue homicidio, y si fue homicidio prescribió”. Por otro lado, llega a decir que Adalberto Soba es argentino, y finalmente señala que el gran tema no es todo lo demás. Confiesa que si ellos acceden a esta extradición, vinculada a los militares del Plan Cóndor, se estaría sentando un precedente para que se discuta en Brasil la amnistía del 79.
O sea que Marco Aurelio está negando la extradición de Cordero para defender la interna brasileña y no para defender el derecho de Argentina y Uruguay.
Inmediatamente después del pronunciamiento de Marco Aurelio, otros tres votan el caso sin hablar y sin estudiar el expediente. Un cuarto vota en contra, porque considera que no puede haber homicidio sin cuerpo, y el quinto, Cézar Peluso, suspende la votación para estudiar el caso. Estas son las circunstancias en que nos encontramos.
Entonces con Jair Krischke consideramos que había que hablarles un poco al oído a los jueces y explicarles lo que se estaba jugando. Y pidió que yo elabore la carta”.
Entre otras organizaciones, convocan a esta campaña la Comisión de Derechos Humanos del PIT-CNT, Amnistía Internacional, Departamento de Extensión Universitaria de la UdelaR, Familiares de Detenidos Desaparecidos, Crisol, SERPAJ, Casa Bertolt Brecht y Centro de Estudiantes de Derecho (CED-FEUU).
El primer día de la campaña habían adherido ciudadanos de diversos países de América y Europa. Quienes deseen hacerlo en Uruguay pueden acceder en esta misma página (a la derecha arriba) o dirigirse a: www.rel-uita.org
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